Según la Organización Mundial del Turismo cada año se desplazan alrededor de 300 millones de turistas alrededor del mundo hacia los principales sitios donde hay patrimonios religiosos. Se considera que esta práctica ayuda al crecimiento de la tolerancia entre las distintas culturas y religiones, y contribuye a la construcción de la paz.
El Turismo Religioso es un segmento que crece cada año también en Argentina. Incluye los viajes por motivos espirituales o culturales, ya sea para vivir una experiencia de peregrinaje o conocer creencias, tradiciones y expresiones artísticas vinculadas con alguna religión. Quienes eligen este tipo de viajes, no necesariamente practican alguna creencia, pero sí les interesa conocer diversas manifestaciones culturales de fe.