El esquema productivo provincial está diversificado y regionalizado, de acuerdo con parámetros geográficos, climáticos y sociales. Las actividades agropecuarias crecen, los pequeños productores se consolidan y asoma también un innovador sector industrial, con el apoyo de un Estado que alienta y facilita las inversiones.
Las vacas pastan tranquilas bajo el algarrobal. A unos pocos metros de ellas, una joven de pelo negro y dulces ojos color miel las observa y analiza, toca la tierra, comprueba su humedad y hace una mueca de satisfacción. Toma su teléfono celular y teclea: “Papá, todo marcha bien”. Luego camina los 300 metros que separan el ganado de la casita del campo familiar, entra a su oficina y mira una vez más el diploma que la acredita como técnica en Producción Agropecuaria; allí recuerda con orgullo sus años de estudio en la Universidad Nacional de Formosa, busca su computadora y se sienta a escribir un correo electrónico dirigido a las autoridades del Cedeva de Laguna Yema, que desde hace dos años le vienen brindando asesoramiento sobre el manejo simultáneo de pasturas para ganado criollo y forestación con especies autóctonas.
Esta chica, su padre y el campo de veinte hectáreas que poseen en la zona central de Formosa son el paradigma de una provincia que, en términos productivos, combina juventud, recursos naturales, hambre de progreso, innovación, conocimiento y apoyo estatal. Porque se planta de frente al futuro, con la riqueza de su tierra, la experiencia de sus miles de pequeños productores, criterios de sustentabilidad y una política oficial orientada a que los inversores aprovechen las ventajas y el potencial que ofrece.
Actualmente, la ganadería es la principal actividad, con una fuerte incidencia de la cría de vacunos en la zona Este, y de caprinos en el Oeste. La agricultura, en tanto, tiene sus puntos más altos en las plantaciones de bananas, pomelos, algodón, maíz y arroz, y se está experimentando con frutas tropicales como la papaya. Ambas actividades han dado un salto de calidad en la última década, gracias al trabajo del Cedeva (Centro de Validación de Tecnologías Agropecuarias), un organismo provincial que tiene como objetivo la experimentación para obtener datos certeros sobre el comportamiento de cultivos y ganados en los terrenos formoseños. Hoy tiene cuatro sedes: Laguna Yema, Misión Tacaaglé, Las Lomitas e Ibarreta. El primero hace un trabajo muy amplio (especialmente con cultivos bajo riego), el segundo está abocado a las frutas, el tercero a la ganadería y el cuarto a la forestación y suelos. Los frutos de este impulso se ven en la progresiva expansión de las actividades agropecuarias y forestales, que permitió alcanzar en la última campaña 163.000 hectáreas sembradas, un incremento del 60 por ciento con relación al año anterior.
Actualmente, la ganadería es la principal actividad, con una fuerte incidencia de la cría de vacunos en la zona Este, y de caprinos en el Oeste. La agricultura, en tanto, tiene sus puntos más altos en las plantaciones de bananas, pomelos, algodón, maíz y arroz, y se está experimentando con frutas tropicales como la papaya.
El Cedeva es parte de un modelo productivo construido sobre la diversificación, agregando valor a la materia prima en los mismos lugares donde se produce. La división del territorio provincial en ocho regiones productivas homogéneas ha permitido diseñar e implementar políticas diferenciales, con el objetivo de establecer una mayor articulación con los productores de cada región. Las áreas, determinadas en función de los perfiles productivos de las zonas agroecológicas de la provincia, son: Litoral, Pirané Norte, Pirané Sur, Subtropical Norte, Central Norte, Central Sur, Centro Oeste y Extremo Oeste.
El modelo productivo tiene como base una sólida inversión pública, que actualmente representa el 33 por ciento del presupuesto provincial, lo que hace de
Formosa una de las tres provincias que más invierten en infraestructura en todo el país. Por ejemplo, en la última década se expandió el tendido eléctrico, con líneas de alta tensión (100 kilómetros en 500 kv y 600 kilómetros en 132 kv) y doce estaciones transformadoras nuevas; se pavimentaron 2600 kilómetros de rutas y caminos, gracias a lo cual se ha cuadruplicado la cantidad de rutas pavimentadas; y se está construyendo el Gasoducto del Nordeste a lo largo de la Ruta Nacional 81, que traerá por primera vez en la historia de la provincia el gas natural, tanto para la producción como para el consumo domiciliario. En este contexto, hay que destacar que el Estado provincial se ha desendeudado notablemente: en 2002 el stock de deuda pública era de casi cinco presupuestos y hoy representa menos de la mitad de sus gastos anuales.
En el plano industrial, en las afueras de la ciudad capital existe un parque surgido a comienzos de los años setenta, que en la última década cobró nuevo impulso y hoy está en pleno crecimiento. En 2011 se inauguró la moderna planta del Fontex, un programa estatal de desarrollo textil que da trabajo a 600 personas en toda la provincia, a través de cooperativas; la fábrica está equipada con un robot de última generación, que corta las telas con las que las cooperativas confeccionan los guardapolvos para los alumnos de las escuelas provinciales, los ambos para médicos y enfermeros de los hospitales, sábados, toallas y otras piezas.
El modelo productivo formoseño tiene como base una sólida inversión pública, que actualmente representa el 33 por ciento del presupuesto provincial, lo que hace de Formosa una de las tres provincias que más invierten en infraestructura en todo el país.
El parque industrial tiene también un sector creciente de firmas del sector forestal, parte de un polo maderero que produce muebles domésticos, aberturas, mobiliario escolar y pisos de parquet. Mientras que el salto tecnológico llegará con la próxima apertura de dos plantas de liofilizado, una eficaz técnica que extrae los líquidos de alimentos y medicamentos mediante una congelación inicial, gracias a la cual se preserva intacta su estructura molecular, lo que evita pérdidas nutricionales y cualitativas.Este proceso de transformación productiva que impulsa el Estado provincial tendrá su punto máximo en el Polo Científico, Tecnológico y de Innovación, que funcionará como centro de gestión, producción y divulgación del
conocimiento, destinado a implementar tecnología en los sectores estratégicos de agroindustria, energía, salud y educación. También hay que destacar que Formosa está trabajando con la Fundación Getulio Vargas, de Brasil, para introducir la industria del bioetanol, lo que permitirá duplicar el Producto Bruto Geográfico formoseño. El desembarco del bioetanol será posible gracias a la construcción de un acueducto, que llevará agua a 60 mil personas y potenciará también la ganadería y el cultivo de algodón, frutas, hortalizas y trigo.
El Estado provincial interviene en la economía para equilibrar las imperfecciones del mercado, neutralizar las acciones especulativas y el desigual impacto de las economías de escala, y garantizar la coexistencia de grandes productores con pequeños y medianos. Esto se expresa en la continuidad de las planchadas de acopio de algodón, la generación de precios de referencia en la miel, el apoyo a la comercialización de la banana y el financiamiento de remates ganaderos. Estas políticas han generado que, en la última década, la creación de empresas privadas superara al promedio nacional, y el crecimiento del empleo formal privado llegara
El salto tecnológico llegará con la próxima apertura de dos plantas de liofilizado, y el proceso de transformación productiva que impulsa el Estado provincial tendrá su punto máximo en el Polo Científico, Tecnológico y de Innovación.
al nueve por ciento. En 2014, el 72 por ciento del empleo pertenecía al sector privado y el 28 restante al público.